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La regla del tres es una de las más nombradas por los preparacionistas, pues les ayuda a organizarse y entender las prioridades. Aunque útiles como recordatorio, recomendamos encarecidamente no fiarse al 100% de ellas, pues no tienen comprobación científica y los resultados de llegar a estos extremos pueden poner en riesgo la supervivencia. Úselas como lo que son, una ayuda nemotécnica. Veamos de qué se trata.
La regla de supervivencia del tres supone:
Que es factible sobrevivir pese a pasar 3 minutos sin aire, 3 horas sin cobijo, 3 días sin agua para beber y 3 días sin ingerir alimentos. De allí deriva su nombre.
Seguramente al detallarla habrá cosas que parecen bastante factibles, como estar 3 horas a la intemperie, pero la regla está referida a hacerlo en condiciones ambientales hostiles, como durante el invierno o en horas de mucho sol, donde su piel podrá resultar severamente afectada. Insistimos en no intentar siquiera comprobarla, sino tenerla en mente como un recordatorio de lo que debe contener el plan de supervivencia.
3 minutos sin aire
Seguro que al leerla se ha sentido tentado de aguantar la respiración y con un cronómetro medir el tiempo que puede resistir. Lo único que podemos decir al respecto es que este es el número máximo de tiempo, aunque de una persona a otra puede haber alguna variación. Lo que es difícil es que alguien resista más de 180 segundos sin respirar: y en caso de verse obligado a hacerlo por cualquier circunstancia, podría sufrir alguna afectación en el cerebro.
Un dato curioso es que el tiempo que se puede resistir sin la entrada de oxigeno no es igual dentro del agua que fuera de ella, de hecho se conoce como el reflejo de inmersión y es la razón por la que si prueba a contener la respiración sumergiendo la cabeza en una piscina, probablemente le irá mejor que si lo hace en la superficie. Nuevamente insistimos en recordar que existen diferencias individuales y que también la calidad del aire puede es una variable que interviene en el resultado.
3 horas sin refugio
A primera vista suena bastante fácil y seguro le vendrá a la mente algún día que pasó un tiempo mayor a ese jugando a la intemperie en la arena de la playa o caminando por algún sendero natural. Pero la regla está pensada para condiciones mucho mas adversas que las señaladas, como una caminata por el desierto, donde de seguro no aguantará más de tres horas sin un techo que le cubra, o durante una nevada. Hallar un sitio donde cobijarse en estas situaciones es esencial para sobrevivir y recuerde que no debe pensar solo en un techo, sino además donde se acostará a dormir, pues recostarse en la nieve es igual de malo como estar a la intemperie.
Es por esto que una prioridad para la supervivencia es encontrar o construir un lugar que le mantenga protegido de la fuerza de los elementos naturales como el viento, la nieve, la lluvia y el calor extremo. Las opciones abundan pues puede ubicar una cueva en el medio natural, o construir con lo que la naturaleza le ofrece un pequeño refugio o llevar consigo una carpa o hasta una simple lona y un cordel. Indague en la red como construir un albergue con sus propias manos y recuerde que también debe tener conocimientos acerca de cómo encender el fuego, aun en casos tan extremos, como cuando deba intentar prender una fogata con madera mojada.
3 días sin agua
Como seguramente ya sabe casi la tercera parte del cuerpo humano es agua, de allí que mantenerse hidratado sea un asunto de supervivencia. La regla del 3 supone que es posible permanecer durante 3 días sin ingerir agua, pero evidentemente estará sometiendo al cuerpo a un proceso de deshidratación que podría tener un desenlace fatal. Se estima que es de alto riesgo el perder más del 10 % del peso a consecuencia de la pérdida de agua, hecho que por tanto supone la necesidad de una atención médica de urgencia.
El cuerpo humano constantemente pierde agua por lo que necesita reponerla tomando el vital líquido, de allí que se llame de este modo. Si ello no sucediera tendrán lugar una serie de eventos que desencadenaran en la muerte. Lo primero que ocurrirá será el descenso en el volumen de sangre que circula por el sistema circulatorio; a consecuencia de ello la tensión bajará drásticamente y la temperatura del cuerpo ascenderá.
Por supuesto que las condiciones ambientales también juegan un rol primordial, pues no es lo mismo estar en un ambiente con altas temperaturas que en otro de menos calor.
Si estando en esta crítica situación consigue agua, recuerde que no debe beberla antes de tratarla, pues los cursos de agua cercanos a las ciudades suelen estar bastante contaminados.
3 semanas sin comida
Colocar la alimentación en el último nivel de prioridad no quiere decir que deba tomarse esto a la ligera, pues un cuerpo sin nutrientes tiene una muerte tan segura como si se queda sin aire, sin cobijo o sin agua. Tal vez la única diferencia es que nos otorgue un poco más de tiempo para buscarle solución.
Entre unos seres humanos y otros también hay diferencias, sino tan solo le bastará informarse sobre las condiciones de los presos políticos y manifestantes que en la lucha por la causa se someten a huelgas de hambre.
Sea el tiempo que sea, la falta de comida provoca una reacción en el cuerpo, pues al no tener el combustible que necesita para funcionar, empieza a tomarlo de las reservas. Lo primero que tomará será el glucógeno, presente en la musculatura y en el hígado, en cuanto este se agote atacará las reservas de grasa del organismo y por último la proteína corporal, para finalmente morir.
Nunca un preparacionista debe hacer un cálculo errado de alimentos o agua en reserva pues son errores que se pagan con la vida.